Me disperso
a menudo
floto en el deseo
de que mi sangre
corra
sin desembocar
en tu mar.
Siento mi sangre como río
que desciende del frío .
No estoy segura de nada,
las mañanas me reclaman
me hablan
con sus voces bajas
heridas
pero no extrañas.
Me gustaría dejar
de velarte
Ya no llego a encontrarte
anque me apunte
la muerte
y crea
tocarte.
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