Aislamiento

En este periodo de aislamiento estoy encerrada con mi furtiva conciencia que me guarda los peores escalosfrios, la soledad, mis sangrantes yemas, mi retórica que no tiene defensa.
Me tiré a escribir por pura desventura, queria salvar mi alma de esta condena llamada tierra.
Dentro de todas estas incongruencias me pongo a recordar: las juntadas con amigues, un beso entre el escabio, los planetas alineados cuando descubro algún diente de león sin soplar, las mañanas en las que me fumo una tuca esperando que el sol bañe mis turbiedades, mi piel acongojada  por los misterios del amor propio, las relaciones basadas en algún deseo recondito, los danzantes cuerpos a la luz de las velas, el sexo mundano pero apaciguador de estruendosos delirios del mártir que es la vida misma.
Tengo mucho para valorar ahora que mi soledad es concurrida por mis más gloriosas memorias, socavando mis penas que por fin estan quietas, siniestras, enteras para mi.
No duermo, la noche se hizo para escribir, como el deseo se hizo para condicionar las verdades más escrupulosas, aunque suene controversico, siempre apelé a las metáforas más tristes... me liberan quizás de los raspones que sufren mis rodillas cuando empecinada corro por el camino al que yo misma aviento piedras.
En este periodo de aislamiento sigo encerrada con mi furtiva conciencia que me tiene de aqui para allá escuchando lofi sad, pensando en mis gloriosas memorias, enseñándome a acunarlas para sanarme.