Afuera está raro...
Está como el cielo obnubilado,
el sol abriéndose al paso
sólo resplandece por debajo de las nubes.
Se filtra ese halo casi mágico
rozando mi piel herida,
sanando mi vida nimia, tibia.
No puedo pensar en muchas cosas,
todo lo ocupa tu lengua
y lo que dibuja sobre el lienzo
de mi fruto desnudo,
estás abarcando mis horas profundas
mis hojas sangradas
mis pupilas floreadas.
Tengo esa imágen de tu pelvis
señalando mis deseos nórdicos,
Me endulza ese sudor cálido
que humedece el aire,
reproduciría tus gemidos
como notas al aire
en altavoces,
sería una sonata disparando fulgores.
Nadaría en tus aguas,
me atrincheraría en tus brazos,
me bañaría en tus costras,
rimaría empedernida
esa sinfónica risa
que estalla mis pétalos
que deshoja mis pimpollos
todavía adormecidos.
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