Miércoles de tarde

En estos dias tengo la sensación de que nada importa.
No me agrada el ruido del vetilador a solas, pero hasta eso parece no incomodar.
No puedo decir que me siento mal, porque en realidad no siento nada.
¿Cuando dicen que el corazón es el que sabe... en quien estan pensando?
A veces me parece que voy a morir sola y lo que puede ser mas aterrador ... vivir sola.
Esta ventana en el cuarto luce como una salida y por eso no me preocupo cuando me aprieta
la niebla.
Todo saldrá, se irá y se renovará.
Quizás es una excusa para no moverse... y ahora lo entendí.
Todos los artilugios están por el piso, mis cigarros, una pelota de ksper  y el vino.
Parece reflejarse en esta escena el curso de mi vida. Todo tan simple como siempre lo quise,
todo tan solitario como odiarias.
Pienso reiteradas veces que sólo así me ilumino, en un cuarto a solas con un porrito. No entiendo como odio tanto estar sola y brillar estando en este loquero a solas.
No sé.
Algo mal pasa conmigo y no me desespera que hoy no sea domingo para echarle la culpa de mi  nostalgia de vino o extrañar la cama con ese consuelo querido.