cornisa

Me duele porque todavía no entiendo, 
no entiendo que me sucedio
tampoco entiendo por que a mi,
pienso en millares de variantes,
pero sólo consigo lastimarme
un poco mas...

Todo se vuelve un bucle,
inicio con el final,
sin quererlo
me detengo sin animos de respirar.
No quiero seguir inhalando el crimen
que me obligaron a tapar
pero de repente me detengo a analizar
volviendome a intoxicar.
No se para donde escapar,
es eso o que no existe el final...
y yo lo sé, quizás.
Me duele la clandestinidad
de este sudor patriarcal,
al miedo lo tengo que tragar pero
se vuelve mustio, espeso.
Y me duele también
porque no estoy sola en este matadero
hay muchas compas que comparten el duelo.
El viento todavía trae siniestros de voces
que mastican mi pecho,
escucho por ahí que es mi culpa
porque lo llevo al descubierto.
Tan dura es la mano de ese que estira el dedo
que me calla una vez mas,
sumisa como quiere su anhelo.
Me da escalosfrios pensar que puedo quedarme aquí adentro,
es una sensación vertiginosa contar lo que te sangra por dentro.
Y a veces me da lo de valiente,
corro y busco mi voz
para matar al silencio
pero el camino es largo y
en él hay muchos reflejos,
de esos, de espejos
viste?
En donde te ves,
en donde me veo
toda retraida
combatiendo mi entierro,
toda enajenada defendiendo mi cuerpo.